El cuerpo frágil y las alas largas y delgadas hacen de la libélula uno
de los insectos más veloces. A diferencia de la mayoría de los insectos,
éstas pueden batir sus alas anteriores y posteriores de forma
simultánea o alternada en diferentes fases del vuelo, lo que resulta,
respectivamente, en una mayor potencia con mayor coste energético, al
despegar, y en una potencia y coste menor, durante el vuelo. |
Preciosa esta Orthetrum, como habrás comprobado en mi blog, me fascinan las libélulas.Gracias por seguirme. Saludos.
ResponderEliminarEs un placer visitar tu blog.
EliminarGracias por tus comentarios y visitas.
Saludos