Muy tímido y desconfiado, resulta difícil de observar de cerca cuando está posado y aun a distancia pronto descubre al observador y alarmado, eriza las plumas del píleo y mueve la cola de un lado a otro o arriba y abajo a la vez que lanza su característico grito de alerta.
La foto fue tomada desde el interior de la vivienda a través del cristal de la ventana.
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Preciosa foto con buen encuadre y definición.
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